¿Cómo detener la contaminación del aire interior en edificios?

Los problemas de contaminación del aire interior en edificios se deben, en muchos casos, a propia negligencia o desatención de los propietarios o ingenieros responsables, más que a los efectos de las partículas contaminantes que ingresan a través de la ventilación o los propios sistemas de aire acondicionado.

En México, por ejemplo, ocasionalmente existe el interés por detener la contaminación del aire interior en edificios, pero cuando esa intención se lleva a la práctica, se rompe la cadena y, lejos de resolverse, esta situación sigue ejerciendo un impacto negativo en la sociedad.

 

No siempre la intención es la que cuenta

Digamos que el dueño de un edificio, e incluso una escuela, se reúne con su equipo de trabajo y les habla sobre los problemas de contaminación del aire interior que afecta a los usuarios, por lo que les pide que la edificación cuente con un sistema de filtración que les ofrezca soluciones para garantizar la calidad interior del aire.

La información llega a manos del arquitecto y este, a su vez, le da indicaciones al ingeniero de diseño del sistema de aire acondicionado, que por tradición opta por instalar filtros mecánicos. Una vez que se ponen en marcha, el personal de mantenimiento olvida la importancia del óptimo funcionamiento del sistema HVAC.

Para explicar mejor este hipotético caso, en el presente artículo lo ejemplificaremos con tres situaciones muy comunes que impactan en la calidad del aire:

 

  1. Evitan la compra de repuestos

El equipo que se ha instalado en el edificio es del tipo auto-contenido, que ya viene equipado con filtros de una calidad de filtración adecuada para la aplicación como, por ejemplo, una clasificación MERV-08 o MERV-13 en edificios sustentables “LEED”. Es común encontrar que los usuarios sustituyan estos filtros por filtros de malla metálica lavable, pues con esto “ahorran” en el alto costo de comprar los repuestos de filtros.

Ciertamente, un filtro de malla metálica actúa contra el paso de hojas, roedores y aves, entre otros, pero difícilmente tendrá un nivel de filtración MERV, lo que pone en riesgo la introducción de agentes contaminantes al espacio, pero les resuelve el problema de mantenimiento. Es una situación cultural, que va más allá de la comprensión de la importancia de un adecuado sistema de filtración.

 

  1. Falta de conocimientos

El equipo que se ha instalado en el edificio contiene un sistema de filtración adecuado para detener la contaminación del aire interior, sin embargo, el encargado de mantenimiento, con el tiempo, olvida (o quizá no sabe) cuáles son los indicadores de caída de presión, que señalan el momento en el cual deben ser cambiados los filtros.

Eso trae como consecuencia que, los filtros trabajan más tiempo del debido porque olvidan reemplazarlos, imponiendo más caída de presión al sistema, lo que afecta directamente en su rendimiento y creando mayor uso de energía, hasta que (y no es poco común), que el filtro mecánicamente se rompe, liberando los contaminantes que había retenido y contaminando interiormente los ductos y el espacio.

Es decir, todas las partículas que estuvo deteniendo durante su período de actividad se escapan y terminan en los pulmones de los usuarios. Este caso, lejos de ser un mero ejemplo, es una situación común en problemas detectados con sistemas de HVAC.

 

  1. Falta de atención

El propietario desea lograr una certificación de edificio verde “LEED”. En tal sentido, diseña e instala un sistema de filtración adecuado a los lineamientos con, por ejemplo, un filtro con eficiencia MERV-13. Pero, estos filtros, aunque realmente logran los niveles de filtración esperados, en poco tiempo (en ocasiones menos de un mes) se saturan.

Esto trae como consecuencia que todo el propio filtro es succionado, arrastrado y destruido por el mismo torrente de aire, porque al estar tapado el filtro, ejerce un jalón directo sobre la superficie y permite la contaminación del aire interior.

Todo esto ocurre porque es muy difícil ver que te están bombardeando con partículas que facilitan la contaminación del aire interior. El ser humano no es capaz de asumir que el e enemigo es invisible. De hecho, ocurre muy a menudo con el conocido “síndrome del edificio enfermo”, en el cual un microorganismo ataca a toda una comunidad a través del torrente de aire, un hecho que puede llegar a ser crítico si se trata de una bacteria que ataque órganos, a largo plazo, como el corazón, el pulmón o el propio cerebro.

 

Entonces, ¿Cómo detener la contaminación del aire interior en edificios?

La filtración electrostática ofrece en sí la solución a estos problemas que se presentan en los sistemas de ventilación, ya que tienen una alta eficiencia de filtración, una baja caída de presión, una alta vida esperada (debido a su gran capacidad de retención) y, adicionalmente, como un plus, son capaces de retener contaminantes gaseosos con eficiencias adecuadas para los niveles de filtración de espacios de oficinas y comercios.

Desde luego que, es mucho más rentable el uso de los filtros de aire electrostáticos para proyectos de HVAC desde la propia construcción de la obra, porque salen gratis, que intentar reemplazar el sistema completo más adelante, pero si deseas conocer más sobre el funcionamiento de los filtros de aire electrostáticos, te invitamos a suscribirte al Newsletter de KE FIBECTER México, dirigido a responsables de mantenimiento y gerentes de operaciones sobre sistemas de filtración de alta.

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2019-04-09T03:12:15+00:00 0 Comments