Existen prácticas que comúnmente se llevan a cabo para aumentar la vida útil de los filtros de aire en hospitales y, entre ellas, destaca el incorporar prefiltros diseñados para retener partículas más gruesas, es decir, utilizar un banco de filtros en nuestro sistema de filtración.

¿En qué consiste esta práctica? Inicialmente se coloca un primer filtro para las partículas de mayor volumen y, a continuación, otro que filtre las más finas. Una vez hecho esto, finalmente se implanta un tercer filtro denominado absoluto o HEPA.

Esto lo hacen, de esta manera, porque la función de cada prefiltro es cuidar el siguiente filtro, pero esta práctica puede quedar fácilmente en desuso porque con la tecnología de filtración electrostática Dynamic no es necesaria la utilización de prefiltros.

Los electrostáticos son filtros de alta purificación y, aunque tengan la capacidad de esterilizar el aire por sí solos, es recomendable el uso de un prefiltro para evitar exponerlo directamente ante las partículas más grandes. La intención primordial es evitar la saturación temprana de ellos y así aumentar la vida útil de los filtros de aire en hospitales.

Por ejemplo, cuando los filtros de aire se saturan en un quirófano, el primer problema que tienen los responsables de operaciones de los hospitales es que ven afectado el flujo de aire. El movimiento de aire ayuda a la limpieza de dicho entorno, pero cuando la filtración se va tapando, la máquina deja de impulsar el aire suficiente y comienza a ahogarse, reduciéndose así la capacidad de barrido del aire en el espacio.

La falta de flujo de aire es un problema en un quirófano, especialmente en operaciones largas, en las cuales la contaminación de los instrumentos quirúrgicos se debe principalmente a la presencia humana, a las partículas y contaminantes del sistema de aire acondicionado, y a la actividad dentro de la sala de operaciones.

Existe una clara relación entre la calidad del aire y el grado de infección bacteriana encontrada. En circunstancias normales, la principal fuente de contaminantes microbianos transportados por el aire son los fragmentos de piel microscópicos emitidos por el personal que labora en el quirófano, por eso es de vital importancia el uso de una vestimenta especial al momento de ocupar dicho espacio.

El segundo punto que se debe tener en consideración al momento de aumentar la vida útil de los filtros de aire en hospitales es la energía. Si el filtro se encuentra saturado, la manejadora de aire intenta empujar el aire a través de una restricción mayor, eso genera que sea necesario un mayor requerimiento de potencia.

En cuanto al mantenimiento, si el filtro se satura cada mes, implica que el personal técnico del hospital debe detener el quirófano y llevar a cabo todo el protocolo exigido, retirar el filtro saturado y colocar uno nuevo. En ocasiones, y dependiendo del tipo de quirófano, el filtro tendría que ser depositado a través de un procedimiento especial porque puede haber algún tipo de contaminante que no se puede tirar directamente a la basura.

Una de las cosas que no se cuantifica por parte de los responsables de operaciones mantenimiento del hospital, y por las cuales se recomienda aumentar la vida útil de los filtros de aire en hospitales, es el tiempo de paralización del quirófano para cambiar el filtro. Si a eso se le suma el costo del filtro, esta operación resulta sumamente costosa por la no disponibilidad y los costos directos de los repuestos.

En resumen, aumentar la vida útil de los filtros de aire en hospitales con filtros mecánicos convencionales eleva los costos de operación y mantenimiento por la utilización constante de prefiltros, por lo que la monitorización se hace una tarea ardua para poder garantizar los niveles de calidad del aire.

En el mercado ya existen los filtros de aire electrostáticos que tienen una duración de hasta cinco años sin necesidad de ser cambiados.

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